SANTO ENTIERRO MAGNO LA CATEQUESIS QUE UTRERA MERECÍA
El máximo respeto por esa inconcebible paradoja de pasear a Dios muerto por el centro de la ciudad. Así se concibe el Amor por el Altísimo en este epicentro de Andalucía que se titula Utrera y que, en plena Pascua cristiana, ha tenido el privilegio eclesiástico de trazar una catequesis en medio de la calle, donde tanta falta hace. A cielo abierto. Con las puertas de todas las iglesias de par en par. Con los corazones de todos los feligreses e incluso de los que dicen no creer palpitando de gozo por contemplar, en la máxima expresión de nuestra propia Historia del Arte, ese misterio inconmensurable de que el Verbo del Creador, hecho hombre, entre en Jerusalén, para redimirnos a través de su Muerte, montado en una burra, rece a continuación pidiéndole al Padre que aparte de Él aquel cáliz, lo hagan Cautivo, lo azoten y le coloquen una Cruz sobre la que crucificarlo más tarde y de la que lo bajen para depositarlo en el regazo de su Madre, antes de que Ella misma lo contemple, enlutada como se manifiesta el dolor humano en nuestra tierra, dentro de una urna en la que, sin embargo, se esté concibiendo el mayor milagro del Cristianismo: la Resurrección.
Todo ese Misterio se ha vivido este Sábado Santo en Utrera gracias a sus hermandades, centro neurálgico de la fe ya en manos del pueblo. Cofradías del origen y cofradías contemporáneas. Todas ellas al servicio de esta imprescindible Evangelización cuya efigie en medio de la plaza ha sido el Santísimo Cristo de Santiago, Patrón de la ciudad desde 1675, hace 350 años. En Él, el Crucificado protector de la ciudad que hunde sus raíces en el negror silente del medievo, han confluido las calles, el aire, las nubes, el sol, una lluvia pasajera, las gentes de paso, los curiosos, los turistas, los creyentes de veras, los costaleros, los capataces, los nazarenos, los músicos, los medios de comunicación, los empresarios, el clero, las autoridades civiles, militares y religiosas, los maestros, los ancianos, los jóvenes, los niños y los pájaros del cielo.
Desde el trono que supone para Cristo su Cruz, el Santo Entierro ha sido magno por todas estas confluencias transversales que han hecho patente el triunfo de la Evangelización, la observación rigurosa de que si Dios muere, como nosotros, también nosotros resucitamos con Él. Predicar esta Buena Nueva, con todas las expresiones a nuestra disposición, es el encargo divino. ¡Gracias a todos! ¡Y gracias a Dios!
por: ÁLVARO ROMERO BERNAL
¡Gracias Utrera!
Un gran evento extraordinario el vivido en Utrera este Sábado Santo 2025 con la celebración de un Santo Entierro Magno, tanto por el gran número de público asistente, como por una organización perfecta, donde todo el mundo ha podido ver tanto en sus sillas o de pie un desfile procesional ante sus ojos de arte, cultura y religiosidad con mayúsculas.
Utrera se merecía vivir otro Santo Entierro Magno, el último el celebrado en el 2007 por el 50O Aniversario de la llegada a Utrera de la Virgen de Consolación y Año Jubilar.
En este 2025 también celebramos Año Jubilar en el Santuario de Consolación, y el Santo Entierro Magno se ha celebrado con motivo del 350 Aniversario Patronazgo Cristo de Santiago.
En este breve resumen solo decir de nuevo ¡Gracias a Utrera!, a todos los participantes en este magno desfile procesional, a todos los que han trabajado desde hace mucho, desde la comisión organizadora a todos los estamentos implicados para que cada pieza de este rompecabezas encaje perfectamente y sin los cuales no hubiera sido posible esta celebración que pasará a los anales de la historia de Utrera.